Todo aquel romanticismo se perdió en este repentino punto y final.
Fue un placer olvidar aquellas conversaciones. Quizá algún día puedas escribir sobre ellas.
miércoles, 3 de octubre de 2012
Debe ser cosa del frío, que ya no quiero que tires de mi brazo. Del frío o de este octubre, que ha tardado y sin embargo ha llegado demasiado pronto. Qué se yo. Cuéntame una historia y luego lárgate. Conservemos el encanto.